¿Es normal tener miedo al parto?

¿Es normal tener miedo al parto?

¿Es normal tener miedo al parto? Sí, es esperable, frecuente y comprensible que así lo sientas, más aún si es tu primer embarazo. Me explico. Si estás esperando un bebé, es completamente normal que tengas dudas, inquietudes, e incluso miedo al parto. ¿Por qué? Porque te enfrentas a algo desconocido que no has transitado antes y por lo tanto, tu mente va a hacerse muchas preguntas para poder encontrar certezas. ¿Será doloroso? ¿Estaré preparada? ¿Saldrá todo bien? Estas preguntas no sólo son comunes, sino que forman parte de un proceso emocional y psicológico que muchas mujeres embarazadas experimentan llamado matrescencia.

La llegada de un bebé es un evento transformador que también puede despertar temores. Desde la psicología perinatal, se aborda el miedo al parto como un tema recurrente en consulta, ya que no sólo afecta a tu bienestar emocional, sino que también puede influir en cómo vives este momento único en tu vida y que puede condicionar la vivencia del parto.

¿Por qué sentimos miedo al parto?

El miedo al parto, también conocido como tocofobia, tiene muchas raíces. Puede estar relacionado con experiencias previas, historias que has escuchado de otras personas, o simplemente el temor a lo desconocido. Vivimos en una sociedad donde, muchas veces, el parto se representa como un evento doloroso y aterrador en lugar de uno poderoso, placentero y transformador. Si a esto le sumamos la presión de querer que todo salga “perfecto”, es natural que aparezcan esas emociones.

Además, algunas personas sienten que pierden la sensación de control durante el proceso de parto ya que es un evento con incertidumbre, algo que puede intensificar la ansiedad. Temas como el dolor, posibles complicaciones médicas de una misma o del bebé, miedo a ser tratada con violencia o la sensación de no saber si sabremos parir, son preocupaciones frecuentes. Reconocer y dar espacio a estos miedos es el primer paso para enfrentarlos.

¿Cómo afecta el miedo al parto?

El miedo al parto no solo se vive a nivel emocional, también puede tener repercusiones físicas. La ansiedad excesiva puede aumentar la tensión muscular, dificultar la relajación y como consecuencia, sentir mucho más dolor, además de, en algunos casos, prolongar el trabajo de parto. El estrés sostenido también puede afectar la liberación de oxitocina, una de las hormonas clave para el proceso de dar a luz y que puede resultar en que el parto sea más intervenido de lo deseado al tener que necesitar ayuda externa para que siga progresando adecuadamente.

Por otro lado, el miedo no tratado puede llevar a tomar ciertas decisiones como posponer el embarazo, optar por cesáreas innecesarias o que nuestra mente nos lleve a desconectarnos emocionalmente del proceso.

Pero déjame decirte que no estás sola y la buena noticia es que existen formas efectivas de manejar y superar este miedo.

Estrategias para enfrentar el miedo al parto

  1. Infórmate adecuadamente y en su justa medida
    Muchas veces, el miedo viene de la falta de información. Aprender sobre el proceso del parto, tus opciones médicas y los recursos disponibles puede darte una sensación de control y por lo tanto, de seguridad y calma. Considera acudir a clases de preparación al parto guiado por matronas (esto es importante ya que son las que más experiencia y formación tienen sobre esta etapa vital), donde puedas resolver tus dudas y familiarizarte con lo que puede suceder. No hace falta que te leas 400 libros, lo importante es que sean rigurosos.
  2. Habla de tus miedos
    Compartir lo que sientes con personas de confianza, ya sea tu pareja, amigas, o un profesional de la salud, puede aliviar mucho peso. A veces, simplemente poner en palabras lo que temes ayuda a que pierda intensidad. Si te motiva, también puedes unirte a un grupo de apoyo en el embarazo donde además puedas crear una bonita relación entre mujeres que están en tu mismo momento vital. Yo acompaño uno, si te interesa unirte, no dudes en contactarme.
  3. Trabaja en tu bienestar emocional
    Practicar técnicas de relajación como la respiración consciente, el yoga prenatal o la meditación puede ayudarte a conectar con tu cuerpo y calmar tu mente. Hacer ejercicio físico es también una forma de sentir bienestar a nivel mental y físico. El hipnoparto podría paralelamente, ofrecerte recursos de gran ayuda para transitar el momento del parto (el libro de “Dar a luz con hipnoparto” de Paula Ripol es muy top). Además, podrías beneficiarte de la terapia psicológica, especialmente si los miedos son muy intensos e incapacitantes.
  4. Visualiza el parto como una experiencia positiva
    Cambiar el foco ayuda, y mucho. En lugar de verlo como un desafío lleno de riesgos, intenta imaginarlo como un proceso fisiológico para el que la biología nos ha preparado y en el que tu cuerpo demuestra su fortaleza. Rodearte de historias positivas de parto también puede ser muy alentador. Un libro sobre este tema que quizás te interese leer es “Somos Diosas” de Raissa Senna, Marina Trigos y Marta Laguna-Design.
  5. Crea un plan de parto flexible
    Planificar te permite tomar decisiones informadas sobre cómo te gustaría que fuese tu parto pero recuerda que la flexibilidad es clave. Puede que no todo salga exactamente como lo habías imaginado porque son muchas variables las que entran en juego y dedicar algo de tiempo a las diferentes opciones que puedan surgir (parto vaginal, parto inducido, parto intervenido, parto por cesárea) podría ayudarte a ir haciéndote a la idea de lo que puede ocurrir y por lo tanto, tener algo más de calma al haberlo considerado dentro de una de las opciones previstas.

Recuerda: no estás sola

Sentir miedo al parto no te hace menos fuerte ni menos capaz. Al contrario, enfrentarlo con humildad, honestidad y valentía, y buscar apoyo en caso de que sientas que lo necesitas, muestra un gran compromiso contigo misma y con tu bebé. Si sientes que el miedo te supera, no dudes en buscar la ayuda de una psicóloga perinatal. Con esto, también te puedo ayudar.

El parto es más que un evento físico; es un viaje emocional y mental que puede empoderarte profundamente. Tu cuerpo sabe lo que hace y, con el apoyo adecuado, puedes vivir esta experiencia con confianza y bienestar. Confía. Un abrazo.

 

Cómo Saber Si Has Sufrido V.O. (Violencia Obstétrica)

Cómo Saber Si Has Sufrido V.O. (Violencia Obstétrica)

La violencia obstétrica hace referencia a las prácticas y conductas realizadas por profesionales de la salud (mayoritariamente personal médico y de enfermería) a las mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio, en el ámbito público o privado, que por acción u omisión son violentas o pueden ser percibidas como violentas.

Para dilucidar qué es la violencia obstétrica y saber si has sido víctima de ella, te muestro a continuación 10 ejemplos de ello:

  • Que te realicen una episiotomía sin tu consentimiento es violencia obstétrica.
  • Que no te permitan moverte como tú quieres o ponerte de determinada manera para parir es violecia obstétrica.
  • Que te pongan haloperidol en tu parto sin tú saberlo es violencia obstétrica.
  • Que te traten de una manera infantil o paternalista es violencia obstétrica.
  • Que no respeten tu plan de parto sin ninguná razón es violencia obstétrica.
  • Que te separen de tu bebé innecesariamente es violencia obstétrica.
  • Que te prohíban hidratarte durante el parto es violencia obstétrica.
  • Que te insulten o te humillen es violencia obstétrica.
  • Que te realicen una cesárea sin tu consentimiento es violencia obstétrica.

Una vez aclarado esto debe quedar claro que la violencia obstétrica constituye una discriminación de género y representa una violación de los derechos humanos. Estas prácticas deshumanizantes son un problema grave de salud pública donde no solo hay costes elevados a nivel económico y social, si no que puede generar un trauma a la mujer que lo sufre. Y con ello, un gran sufrimiento psicológico personal.

Si alguna de esas frases ha resonado contigo y tu historia de parto, te recomiendo que ojees la página web de El Parto es Nuestro. Ahí podrás leer relatos de mujeres que han pasado por ello sin perder la oportunidad de echar un vistazo también a su manifiesto contra la violencia obstétrica. Te dejo el enlace aquí.

Desde Mi Tribu Perinatal también te puedo ayudar si has sufrido violencia obstétrica y te han robado algo tan preciado y único como tu parto. Estaré encantada de poder acompañarte en tu proceso. Un abrazo.

Nacer por Cesárea

Nacer por Cesárea

¿Sabías que 1 de cada 4 bebés nace por casárea en España? Si has tenido un parto por cesárea, es normal que puedas sentirte un poco decepcionada o preocupada por cómo esto puede afectar tu experiencia de maternidad. Es importante recordar que el parto por cesárea es una opción segura y eficaz que a veces es necesaria para garantizar la seguridad de la madre y el bebé. Por otra parte, para algunas mujeres, la cesárea puede ser una sorpresa y una decepción si sus expectativas eran tener un parto vaginal y puede acarrear efectos psicológicos duraderos.

Además, se siente menos control del propio cuerpo así como del proceso de parto ya que se trata de una cirugía mayor que requiere sedación. También es más probable sentirte menos conectada emocionalmente con tu bebé y tener dificultades en establecer un vínculo con tu bebé. Te cuento algunas razones por las que esto sucede y que ojalá hubiese sabido yo antes, para haber evitado pensar que algo pasaba conmigo:

Durante el parto vaginal, se liberan hormonas como la oxitocina y la prolactina, que ayudan a la mujer a sentirse relajada y a establecer un vínculo con su bebé. En cambio, durante una cesárea, estas hormonas no se producen en la misma medida. Por lo tanto, es normal que sientas cierta desconexión emocional con tu bebé. Alrededor de 6 meses tardan esas hormonas en hacer efecto.

La recuperación física después de una cesárea es mucho más lenta y dificultosa que después de un parto vaginal, lo que puede aumentar el estrés y la ansiedad de la madre. Es importante priorizar el descanso y una dieta saludable. Delegar y pedir ayuda es primordial.
Ya que durante el proceso de parto las hormonas encargadas no han sido activadas, tardará más en subirte la leche. Si lo que deseas es dar el pecho, es prioritario hacer piel con piel constante con tu bebé, mantenerte muy hidratada, estimular tu pecho y ofrecer a tu bebé el pecho de manera constante.

La falta de tiempo para el ajuste psicológico y emocional durante la hospitalización después de una cesárea puede contribuir a la ansiedad y la depresión. Una buena higiene del sueño es fundamental.

Quizás, como yo, te hayas sentido culpable por no haber tenido más en brazos a tu bebé, por no haber podido amamantar a tu bebé o por no sentir cierto apego. Si es así, solo quiero decirte que todo se puede reparar.

En Mi Tribu Perinatal, te ofrezco terapia psicológica para acompañarte en cada etapa de tu viaje de maternidad, incluyendo el parto por cesárea. Si te sientes que necesitas apoyo emocional durante este proceso, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Estaré encantada de poder ayudarte. Un abrazo.